
Los primeros huevitos que existieron fueron justamente los de Jade, cristales que nos permiten equilibran nuestra energía. Luego aparecieron los de Cuarzo, que son cristales que emiten luz. Y hace unos 30 años, se masificó el uso de los de Obsidiana, piedras magmáticas que logran aspirar la energía densa, y que por lo tanto se usan para tratar diferentes enfermedades y padecimientos.
Nosotrxs nos referimos a los huevitos y a sus formas de uso como una medicina particular que potencia la salud, la conexión interior y el autoconocimiento, todo lo cual te irá guiando hacia un profundo amor propio. Las metodologías que yo he desarrollado y enseño, están profundamente ligadas a nuestros ciclos femeninos y a la ciclicidad de la naturaleza.
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Concretamente ¿qué nos puede aportar esta medicina? En primer lugar, los huevitos son las llaves para la Diosa que habita dentro de nosotras. Al iniciarte, lo primero que sentirás es que te vas empoderando y, al trabajar con ellos, irás entablando una relación íntima contigo misma y también con ellos. Esto tiene que ver con que los seres del Reino Mineral están vivos a su modo: No se reproducen, nacen y mueren, pero poseen una carga electromagnética, tienen minerales en su interior que son capaces de vibrar con nuestros propios minerales, y también tienen una tonalidad de luz y/o de sombra. Entonces, pronto lograrás entablar una comunicación que te permitirá entender cuál es la medicina que necesitas cada día. Y eventualmente, en caso de no tener tu huevito contigo, podrás llamarlo a nivel etérico, para que resonemos con ese patrón de información alquímico que ya habita dentro de ti.

En otro post te mostraré los distintos huevitos que puedes usar –y cuáles no, como la amatista-, las maneras de utilizarlos, y también cómo en esta medicina que lleva años danzando en el mundo de las mujeres, se están sumando cada vez más hombres.
Por ahora, te quiero contar algo que para mí es fundamental. En estos tiempos de crisis a nivel de sistemas y sociedades, con tantas situaciones adversas que justamente nos invitan a desconfiar, la medicina alquimista es un regalo maravilloso. Y es que en ella se conjugan elementos que están en la naturaleza, tanto interna como externamente, y que por lo tanto son elementos en los que podemos confiar. En lo personal, gracias a esta medicina, yo confió en la naturaleza, en mi organismo y en mi intuición: es lo que me da sostén y refugio espiritual, cosa que no tiene que ver con una iglesia o con un gurú, sino con entender que la naturaleza es la maestra. Cada vez me queda más claro que alejarnos de ella es lo que nos ha enfermado, o nos ha hecho sentir solxs o abandonadxs. Siempre está en ella la solución, porque independiente de nuestro rollo humano y sistema social, ella persiste, el brote sigue creciendo, el sol sigue calentando y el agua sigue fluyendo.